Por fin se ha decidido mi mujer a hacer travesías de montaña y en lo que va de verano este año ya van 4. Empezamos haciendo una prueba realizando la travesía Berguedá, Cerdanya, Berguedá (24 kilómetros en dos etapas y 1.700 metros de desnivel positivo) durmiendo una noche en el refugio Prat de Aguiló. Después vino otra en Ordesa (31 kilómetros en 3 etapas con 1.500 metros de desnivel positivo) durmiendo en Goriz y Sarradets. Ya en Agosto hicimos la ruta Pass Aran que consiste en 5 etapas por la Vall d’Aran y el Couserans francés (80 kilómetros con 5.800 metros de desnivel positivo). Durmiendo en Montgarri, Estagnous, Maison du Valier, Eylie y Araign.
Pero la prueba reina ha sido Cavalls del Vent (78 kilómetros con 4.900 metros de desnivel positivo) en sólo 3 etapas de 29, 19 y 29 kilómetros respectivamente. Hemos dormido en Rebost y Serrat de les Esposes.
La ruta ha sido fantástica ya que los paisajes se prestan a ser admirados pero lo más sorprendente ha sido un regalo que nos hizo la meteorología el segundo día de travesía. En una de las veces que miré al cielo, cosa que hago muy a menudo, pude observar justo encima nuestro un arco iris formado por una semicircunferencia que no tenía contacto con el suelo, pero lo que más me llamó la atención es que era totalmente blanco. Se encontraba a lo largo de una serie de nubes altas que creo que son cirros.
Durante los pocos minutos que pude observarlo se fue haciendo cada vez más grande hasta que se partió en dos por el centro y quedaron los dos extremos que poco a poco se fueron desvaneciendo.
Buscando información sobre el fenómeno se trata de un cloud bow o arco iris de nubes que se diferencia del arco iris normal (Rain bow) o incluso del arco iris de niebla (Fog bow) en que el tamaño de las gotas de agua por las que atraviesa la luz para formarlo son mucho más pequeñas y por eso no se descompone esta en los siete colores básicos dando como resultado un sorprendente arco iris blanco.
También existe el Lunar bow que esta formado por la refracción de la luz de la Luna a través de las gotas de agua, pero dado la poca fuerza lumínica de la Luna tampoco se descompone la luz en los siete colores y da como resultado otro arco iris blanco
Una imagen vale más que mil palabras:
Pero la prueba reina ha sido Cavalls del Vent (78 kilómetros con 4.900 metros de desnivel positivo) en sólo 3 etapas de 29, 19 y 29 kilómetros respectivamente. Hemos dormido en Rebost y Serrat de les Esposes.
La ruta ha sido fantástica ya que los paisajes se prestan a ser admirados pero lo más sorprendente ha sido un regalo que nos hizo la meteorología el segundo día de travesía. En una de las veces que miré al cielo, cosa que hago muy a menudo, pude observar justo encima nuestro un arco iris formado por una semicircunferencia que no tenía contacto con el suelo, pero lo que más me llamó la atención es que era totalmente blanco. Se encontraba a lo largo de una serie de nubes altas que creo que son cirros.
Durante los pocos minutos que pude observarlo se fue haciendo cada vez más grande hasta que se partió en dos por el centro y quedaron los dos extremos que poco a poco se fueron desvaneciendo.
Buscando información sobre el fenómeno se trata de un cloud bow o arco iris de nubes que se diferencia del arco iris normal (Rain bow) o incluso del arco iris de niebla (Fog bow) en que el tamaño de las gotas de agua por las que atraviesa la luz para formarlo son mucho más pequeñas y por eso no se descompone esta en los siete colores básicos dando como resultado un sorprendente arco iris blanco.
También existe el Lunar bow que esta formado por la refracción de la luz de la Luna a través de las gotas de agua, pero dado la poca fuerza lumínica de la Luna tampoco se descompone la luz en los siete colores y da como resultado otro arco iris blanco
Una imagen vale más que mil palabras:
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