lunes, 18 de enero de 2010

GR10 Xtrem 16/1/2010

Bueno ya estamos de vuelta de la ultima aventura corremontañera por las tierras valencianas.

Llegamos Josep Artigas, Roque Lucas y yo y después del "incidente" de la negación del Ayuntamiento de Puçol a facilitar las instalaciones del Pabellón Polideportivo para dormir nos buscamos otro alojamiento en El Puig, pueblo muy cercano a Puçol.

Nos presentamos a las 5 de la mañana en el pabellón donde empezamos a ver caras conocidas: Esteban, Montse, Samy, Lidia. También tuve el placer de conocer personalmente a Mcantona y a Linceul que fué una pena que tuviera que abandonar porque solo tuvimos la oportunad de que nos presentaran y no podimos coincidir en la llegada. Desde aquí le deseo una pronta recuperación de su lesión.

A las 6 en punto dan la salida y empezamos a trotar por las calles de Puçol para entrar de lleno en el monte en poco más de 2 Kms. Al principio me lo tomo con calma porque desconozco completamente el recorrido, no sé como de bien o de mal está marcado y no quiero quedarme solo en ningún momento.

Pero pronto me voy dando cuenta de que el marcaje del GR10 es bastante bueno y puedo decir que supera al de muchos otros GR,s que conozco. Se notaba que la organización ha reforzado las marcas. En muchísimas ocasiones podía verse la marca antigua prácticamente borrada por el paso del tiempo y muy cerca de esta una nueva marca que por su brillo delataba que había sido realizada hacía muy poco tiempo. Y por si esto era poco en los sitios conflictivos había balizas luminosas que ayudaban muchísimo. Y además, un detalle muy acertado por la organización, la obligatoriedad de llevar la baliza luminosa en la espalda de cada corredor con lo cual servía de faro a los corredores que le precedian.

Poco a poco fué amaneciendo después de pasar por el primer control en Segart Km 14, donde había agua y algún que otro sólido para llevarse a la boca (Dulce de membrillo) y después el tramo mas espectacular del recorrido: Un torrente en continua grimpada ayudado con cadenas y entre gigantescos bloques de roca rojiza (El Xorro de Fulgencio, creo). Verdaderamente espectacular, me lo pasé de maravilla subiendo entre los bloques una veces gateando, otras ayudado por las cadenas y otras saltando de piedra en piedra.

Después llegamos al 2º control, Serra Km 23, donde había que avituallarse de agua y algo sólido porque el siguiente estaba a 20 kms de distancia. Llegué justo en el tiempo previsto (3:20). A partir de aquí un larguísimo tramo muy solitario acentuado por el hecho de que los corredores nos habíamos espaciado mucho. De hecho desde aquí hasta el final fueron contadas las personas que ví en carrera. En medio de este tramo sufrí un par de pequeñas pérdidas pero más achacables a despistes mios que a falta de señalización.

A la llegada a Gátova Km 43 donde se encontraba el 3er control una pequeña "sorpresa" seguro que dejó a más de uno helado, por lo menos a mí me ocurrió. Y es que a la vista del pueblo y a un tiro de piedra de él el recorrido se desviaba de este, pegaba una vuelta impresionante por las montañas que rodean al pueblo para aparecer por el costado opuesto antes de entrar por las calles de Gátova. No es que me queje, pero después de un tramo tan largo y al ver el pueblo tan cercano me hice ilusiones de que ya había llegado y resultó que aún faltaban 4 kms y un fuerte subidón. Además tuve la mala suerte de perderme dentro del pueblo donde estuve mas de 5 minutos dando vueltas por las callejas y preguntando a los lugareños que no sabian nada de una carrera.

Por fin llegué al puesto de control en 6:18 lo que cuadraba con mi planificación de hacer 13:30 en total máxime teniendo en cuenta la pérdida dentro del pueblo y las otras dos anteriores. Me zampé dos platos de arroz con tomate, dos cocacolas, dos plátanos y no sé cuantas cosas más y con este "equipaje" arranqué camino del siguiente control que también estaba a la considerable distancia de casi 20 kms.

Otro tramo eterno y solitario hasta llegar al control de Montmayor Km 62. Otra vez a comer y beber como un descosido lo que allí ofrecían que era cocacola, dulce de membrillo, chocolate, platano, etc. y a salir pitando hacia el siguiente control, no sin antes cruzar unas palabras con las personas que atendían el puesto de avituallamiento muy atentas y amables como ocurrió en absolutamente todos los controles.

Siempre hablamos de que tal o cual carrera nos gustó por el paisaje o no nos gustó porque era muy dura, etc., pero pocas veces reparamos en que lo que de verdad hace una carrera atractiva es el trato que recibes por parte de estas personas que estoicamente van viendo pasar a unos y a otros desde el primer crack hasta el último que cierra la larga fila de ilusionados corredores y a todos les dedican unas palabras de ánimo. Esto para mi es muy reconfortante y agradezco a todas esas personas anónimas la atención recibida.

Aunque yo a lo mio, a seguir tragando kilómetros y kilómetros en la soledad de estos parajes donde no se veía ni un alma, ni corredores ni gentes del lugar. Yo que estoy acostumbrado a entrenar por las montañas cercanas a Barcelona e ir encontrando continuamente a caminantes, ciclistas, lugareños, otros corredores, cazadores, buscadores de setas o de lo que sea, en fin una muy variada "fauna" me sorprendía ir pasando las horas sin ver un alma. Esto en el fondo me agradaba porque personalmente pienso que en cataluña tenemos (También me incluyo) sobre-explotados nuestros recursos naturales. Pero en fin es lo que hay.

En un momento que levanté la vista corriendo por una llanura bastante amplia sobre el km 70 aproximadamente tuve una grata visión: Allí estaba majestuoso a lo lejos el Penya Golosa destacando entre el resto de montañas que lo circundan y también creo que vi (No estoy seguro) la silueta del Espadán. Eso unido a la soledad, las buenas sensaciones que tenía en ese momento de la carrera, el aire fresco y húmedo de la tarde me volvió a recordar lo afortunado que soy teniendo todo esto. Pero venga no te entretengas en divagaciones y continua adelante, me dije.

Sobre las 5 de la tarde en 11 horas y pico de carrera llegué a Sacañet km 76, un poco por encima de mi previsión. Otra vez ... buena gente, bebida, algo de comida y a continuar hacia adelante. Allí coincidí con Jose A. López un valenciano con el que había también coincidido en los primeros kilómetros y seguimos mas o menos juntos hasta casi el final. Primero subimos el "Gran premio de la montaña" por un sendero llamado La Ruta de las Ventiscas que confirmo que le venía como anillo al dedo este nombre. Al llegar al alto de La Bellida 1336 msnm con un fuerte viento húmedo y helado empezamos a bajar hacia el último control antes de meta que estaba situado en un pueblecito llamado Canales km 82 en 12:20.

A partir de allí y ya de noche y con el frontal encendido empecé a preocuparme un poco por si a estas alturas con los reflejos y las fuerzas mermadas tendría problemas para seguir encontrando el camino tan bien como lo había hecho hasta ahora. Pero mis dudas desaparecieron al darme cuenta que en este tramo la organización había reforzado las marzas del GR con flechas y lineas de yeso en el suelo y con balizas luminosas en los puntos conflictivos. Esto me dió confianza y me tiré a saco en la última bajada para intentar bajar de 14 horas ya que hacer 13:30 se había convertido en imposible.

Llegado a Andilla ya solo quedaba un tramito de 1,6 kms. donde un vadeo de un rio obligaba a meterse en el agua porque no había otra forma de cruzarlo. Llevaba casi 14 horas pisando nieve y barro y había mantenido los pies secos y ahora a menos de un km del final había que meterse en el agua. !Manda güevos¡. Pero pensando que esto se acababa ya no me preocupé mucho del asunto. Y efectivamente poco después llegaba a La Pobleta donde estaba el arco de meta. Un recibimiento muy caluroso, una gran satisfacción personal y un tiempo de 14:05.

La única parte negativa era un dolor que me había aparecido en el empeine del pie izquierdo muy cerca del tobillo y que había hecho todo lo posible por ignorar pero que a estas alturas me dolía bastante y estaba un poco inflamado. Pero bueno alguna herida de guerra hay que dar por aceptable si la batalla se gana.

Ducha calentita y un buen plato de macarrones con tomate y tortilla más un masaje y un breve tratamiento con moxas (una terapia en la que se aplica calor con unos puros de artemisa prensada que regenera la energía del organismo) me dejaron como nuevo, excepto el dolor del pie que iba en aumento. Pero muscularmente estaba bastante entero. Después fueron llegando conocidos y colegas todos muy satisfechos: Josep Artigas, Montse Sisteré, Esteban, Mcantona, Roque Lucas. A este último lo metí en este embolao hacía solo una semana y estaba muy contento porque sin preparación previa ni física ni sicológica acabó en muy buenas condiciones y por supuesto muy satisfecho.

Mención especial para Samy y Lidia. 13:08. Vaya tiempazo. Tanto para él pero sobre todo para ella. Aqui se demuestra que cuando se trabaja duro con buenos materiales se consiguen grandes resultados. Enhorabuena Samy y Lidia y a seguir así.

Y como siempre sólo me queda agradecer a la organización el esfuerzo realizado para que esta prueba nazca con fuerza y se consolide en el calendario nacional y no tengamos que depender de los franceses para tener ultras bien organizadas.

Saludos a tod@s. Manuel Real.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen blog Manolo, espero coincidir contigo en algunas.Yo hare las que pueda,en principio, congost,alicante,nargo, andorra, utmb son seguras.Ya quedaremos para alicante.

josep artigas

miguelflor dijo...

Manolo, buena crónica y buena ultra. Eres un ejemplo a seguir, y encima el 2º veterano de la carrera y solo el que la ha sufrido sabe lo que cuesta ganárselo.

Me alegro mucho de haberos conocido personalmente, tanto a ti como a Roque, sois grandes y haceis grande este deporte, al que tan solo unos cuantos locos comprenden.

Espero veros en la maratón del Valle de Congost, ya que Josep Artigues me ha comprometido. Salud!!

ojse dijo...

Un honor compartir contigo algunos kilómetros de esta carrerita.

Lo de quedarnos en puerta de las 14 horas, nos deja un reto para el año que viene.

Por cierto, menudo pedazo de blog...y de calendario ni te cuento!!!.

Igual me dejo caer el día 21 por el Vall de Congost, a ver si termino de ubicarlo y tal.

Lo dicho, un saludo.

Jose.

Esteban dijo...

Hola Manolo no sabía que hubieras abierto un blog, mucho ánimo con él, te seguiremos en tus proyectos que veo que son muchos y a cual más duro. Un gusto haberte visto en el en gr10. Un abrazo